JUAN, EL SENDERISTA

A menudo el tiempo pasa mientras la vida del hombre transcurre
y falta saber la utilidad vivida del que apenas se percata del bien que ocurre.

Desde que el hombre es hombre y la mujer mujer, el poder engancha a cambio de nada,
tan sólo, unas veces, ganancias ridículas de dinero pérfido, aunque sea mucho.

Tan sólo, unas veces, la satisfacción falsa del que da sin recibir,
la amoralidad de la inaparente falta de honestidad y de transparencia,
la ilusión nefasta del que se cree en posesión de la verdad,
la decisión loca del que no cuenta con nadie y afecta a TODOS,
la terquedad recalcitrante y obstinada del que se cree superior,
la mirada del águila del que no vive en las favelas,
los oídos sordos del que no tiene por quien sufrir,
los actos decadentes del que se cree con autoridad suficiente
y la desleal felicidad del que sabe ser perverso.

Así es como veo a muchos de nuestros políticos que dan la espalda
a los ecologistas en acción, a las ONGD´s de Desarrollo,
a los pueblos indígenas, a los miles de especies de animales y plantas que desaparecen,
a las víctimas de las guerras sean quienes sean,
a los que en sus iglesias dan la Eucaristía con pan,
a los ateos con ética,
al pueblo llano del ISLAM,
a los que no tienen recursos ni para pedir,
a los que no tienen voz para protestar,
a los homosexuales, cabales, con sentido de lo que es crear una familia,
a los insurgentes incomprendidosde cualquier parte de la Tierra,
a las mujeres que con menos que sus parejas dan mucho más a los hijos de ambos que ellos, los hombres,
a las viudas a las que no reconocen los desvelos de antaño,
a los discapacitados que viven y no disfrutan,
A LOS NIÑOS DESAMPARADOS POR SUS PADRES Y POR LA SOCIEDAD ...

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